¿Pero ya acabó la Regadera? ¿ y ahora dónde vamos a jugar?…

¿No eras tú la del proyecto este de un carro con juguetes…? es que en ya no se puede jugar en ninguna parte tendriaís que sacarle todos los findes . ….

Yo te conozco, hemos ido muchas veces a Medialab a jugar las estructuras estas… que pena lo de Medialab, es que se están cargando todo…

Me parece que Veranos de la Villa es lo mejor que le ha pasado a Madrid y que “ Al raso” fué la mejor propuesta de Veranos de la Villa. ¡Aún tenemos las velitas! Nosotros no pudimos estar, pero nos hubiera encantado… es que claro, era eso, dormir juntos… que pena que no se repita

Que bien que por fín las vendas piezas, son preciosas, ya estamos ahorrando para comprarlas…. ¿Estuvistéis en la bienal de Venecia no? Enhorabuena.

¿En qué andas ahora algo de un cesto y una juguetería? ah no claro, Juguetoría… de factoría …. y al fablab ¿se puede ir a cortar lo que tu quieras?

Había muchas maneras de organizar esta ponencia, al fin y al cabo voy a contar proyectos que yo misma he enunciado con sus objetivos, con su concepto detrás, con su plan de acción, con sus antecedentes, con el diseño propio de sus espacios y materiales… pero ¡de qué sirve que yo os cuente lo que estos proyectos han supuesto para mí , sí justo lo que nos interesa es lo que puedan llegar a significar para los demás!

Así que la presentación será un poco desordenada, no se si confusa… intentaré que el hilo se parezca al menos a las conexiones sensoriales que generan nuestros recuerdos y a los procesos y vivencias que contribuyen a que ese imaginario se convierta en colectivo.

Al fin y al cabo, podemos imaginar el futuro porque tenemos recuerdos del pasado, Podemos soñar ( y desear) otros espacios posibles porque tenemos recuerdos de algo que pasó una vez.

AL RASO. SOÑAR JUNTOS CON LA CIUDAD DÓNDE LA NATURALEZA OCURRE

No creo que el recuerdo de aquella noche de verano en la que dormimos juntos al son de nanas y cuentos la olvidemos nadie de los que estuvimos allí. Conseguimos la ciudad que queríamos una noche….para no olvidarnos de que no vivimos en la ciudad que queremos nunca más…

No sólo fué la primera y la única vez de “al raso”… aquel fué el último verano de unos @veranosdelavilla_madrid distribuidos, al aire libre, de barrio, de celebrar los espacios públicos , de vivir y compartir la ciudad, de asombro diario.

Se acabó con el nuevo ayuntamiento, la mejor propuesta cultural, vecinal y urbana. Admiración máxima a @maralkekejian y a todo el equipo de veranos. Gracias infinitas a este proyecto que nos puso a trabajar juntas a Laura Bañuelos y a mí, a conocernos la una a la otra, nuestras formas de trabajar y encontrar en el camino quiénes somos y que podemos hacer juntas.

Muy difícil reponerse de esto… un par de años después quiero creer que es más fácil trabajar renunciando a contribuir a una transformación real de los espacios que compartimos, esta renuncia es dura y no siempre está clara y en ese ¿y si fuera posible? construimos desde el podría ser…

Quitarnos el peso de la permanencia e imaginar desde el “podría ser” nos ayuda por lo menos, a darlo todo para sí contribuir a la transformación temporal y con ella a la construcción de otros imaginarios y recuerdos compartidos y significativos.

Estos recuerdos espero que ocupen un lugar privilegiado en muchas memorias y desde ese lugar avanzar como podamos a construir juntos los lugares que compartimos, a celebrarlos siempre.

jugar al cesto

¿ Y que puede hacer la escuela con esto?

Todo,

Todas las escuelas tienen patio, todas tienen una comunidad de personas estables, la confianza mutua se va construyendo día a día. Tenéis toda la estructura para convertir en extraordianario los lugares y los tiempos que ya compartís quizá sólo haga falta transformar temporalmente esos espacios y esos tiempos. Que el espacio del patio sea espacio de clase, que el tiempo de espacio sea tiempo de juego.

Jugar al CESTO es un proyecto de Arte- Escuela promovido por la red Planea desde la que nos pidieron de nuevo a Laura Bañuelos y a mí trabajar juntas.

Las cosas en común con la gran acampada. Nuestra labor de dejar preparados los espacios para el encuentro extraordinario, proponer otras formas de compartir lugares que ya existen y tratar que esos tiempos se vivencien y se recuerden con todo el cuerpo, jugando, compartiendo objetos y construyendo con ellos nuevos lugares, que se regalan, se celebran…

Lo que es diferente, el contexto en el que se celebra… que la secuencia temporal en vez de suceder en una sola noche, iba sucediendo semana a semana. El espacio sobre el que trabajábamos era su espacio, no un espacio sorpresa, lo conocían antes, lo conocieron mientras y fueron y serán capaces de imaginarlo de diferentes maneras después.

Diferente también la comunidad. Si en " Al raso" dormimos con desconocidos y fue labor nuestra generar el ambiente de confianza. En las escuelas podemos trabajar con comunidades estables y figuras de referencia seguras, si expandimos el proyecto a las familias como era nuestra primera intención , es probable que muchas de las relaciones que se generen en ese espacio-tiempo trasciendan, permeanezcan y generen sus propias derivas.

Quizá solo tengamos que quedar a dormir una noche en el patio, modular la luz, contar un cuento y cantarnos al oido… si no se puede quizá solo tengamos que organizar un gran picnic, poner música bailar y llenar cestas de piezas sueltas, para que en cada mantel se cree otro universo paralelo que podamos imaginar juntas.

la regadera. encuentro, juego, creación y vínculo

*Video regadera

Algunos proyectos duran más que una noche, y acaban por convertirse en puntos de encuentro. La regadera es un proyecto de residencias artísticas de creación de lugares de juego para niñas y niños de 0 a 5 años que se celebraba en Medialab una vez al mes durante dos cursos.

La regadera consiguió que las niñas y niños percibieran suyo un centro de cultura en el que diferentes creadores trabajaron para dar al juego un lugar privilegiado … Esos dos años, que duró el proyecto, marcaron una generación de niños de 0 a 5 años que la nueva generación ya no tiene y una forma de invitar a la creación conteporánea y a sus agentes y colectivos a acercar el arte y el juego que se quedó aquí.

Alguna vez, en algún otro lugar, vuelve a suceder… pero perdió la continuidad y con ella, la construcción de una comunidad y de una vivencia y un vínculo relacional.

PROPUESTA 1: ELEGIR, ESCRIBIR Y ENVIAR UNA POSTAl

*video inserto postales

Si las experiencias son significativas es porque las compartimos, y se pueden compartir de más maneras que habiendo estado allí.

Siempre pasa que las personas que me escuchan hablar de estos proyectos, casi nunca han formado parte de ellos y la mayoría de las personas que forman parte de ellos, participan sin haber leído todo lo que he tenido que justificar para lograr que se financien, para publicarlos, para comunicarlos …

por esto os voy a proponer el primer ejercicio… consiste en que elijáis una postal y escribáis a alguien como si hubierais estado en la escena de la fotografía y le hubieseis echado de menos, luego dejamos las postales aquí y elegimos otra como si estuviera en nuestro buzón y la leemos.

juego en ruta. reclamar la ciudad jugando

*Video juego en ruta

Antes de la acampada ªal rasoª, antes de la primera “ Regadera” hubo un proyecto que se quedó aparcado. Consistía en la pequeña- gran idea de tener un carro lleno de piezas para salir con él a deambular por la ciudad elegir un lugar, quedarnos, construirlo juntos, jugarlo, e invitar a jugar.

Este proyecto era “juego en ruta” el “pequeño proyecto ambulante” de activación lúdica… es que lo dices, ves los videos y dices jo es que tendría que seguir existiendo y no tener un carro sino cientos y que los lugares escogidos ya quedaran reservados para jugar para siempre y así poco a poco ir construyendo la ciudad que queremos… pero nada… los coches ganan.

La pregunta que nos hacemos de forma recurrente es, ¿Por qué seguimos haciendo proyectos si de una manera u otra todos fracasan? … pues no se bien… creo que contribuimos a mirar hacia dónde queremos ir. Y que en algún lugar, en algún momento, para algunas personas haya sido una transformación real nos hace seguir caminando. Pero la mayoría de veces, cuando entra la pregunta, es porque no encontramos respuesta :(.

JUGUETORÍA. FACTORÍA DE JUGUETES COLABORATIVA

*Video juguetoría alternando fablab y juego y ordenadores y levadura

Si pudimos plantearnos dormir en un parque junto a 800 personas, Si la creación contemporánea estuvo al servicio del juego durante dos años, si nos creimos que sacando un carro lleno de juguetes a la calle íbamos a poder conquistar la ciudad y regalársela a los niños ¿porque no plantearnos montar una factoría de juguetes?

Le dimos un nombre, JUGUETORÍA, y la definimos: “Juguetoría es una factoría de juguetes muy particular en la que diseñamos para jugar, pero también y sobre todo jugamos para diseñar.

Y el caso es que aunque JUGUETORÍA está construida sobre una narrativa, hay mucho de verdad… es bonito ir construyendo realidades según los hitos que te va marcando la ficción. Producción local, trabajo colaborativo y horizontal, investigación abierta e interdisciplinar, construcción colectiva, encuentros de juego y diseño.

Y como siempre también hay mucho de ficción, desde el imaginario que asocia un recuerdo y un deseo y construye un relato alrededor de nuevo desde el “podría ser”. Ojalá existiera siempre esta factoría pero el caso es que es un programa cultural que volvemos a cerrar en diciembre y aún no sabemos nadie si volverá a abrir.

Estamos en un foro de educación en arquitectura, y quizá podía haber contado todos estos proyectos desde el diseño de los espacios que los han enmarcado. Los vídeos ayudan mucho a que no lo haya tenido que contar yo pero desde luego todos los proyectos se pueden mirar desde el entorno en el que se han celebrado. Hay muchas formas de convivir con el entorno construido y una de ellas es construirlo juntos de forma simbólica.

LA CABAÑA Y LA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA

*Videos cabañas, microarquitectura, regadera av floss, menudas piezas, estrellas, price, final molón.

A veces los recuerdos no son colectivos, pero sí son comunes… por ejemplo, el recuerdo de nuestra infancia y nuestros primeros espacios propios, seguro que si preguntamos recordamos uno de esos lugares, debajo de una mesa, sobre un árbol, dentro de una caja…

Creo recordar todas y cada una de mis cabañas de niña, pero recuerdo con especial presencia y nostalgia las que contruíamos juntos, sin ayuda adulta.

Hace ya unos 7 años, antes de montar estos saraos para dormir juntos al aire libre o de invitar a otros creadores a crear espacios para ser jugados … diseñamos un juego de construcción de cabañas porque quería traer a la ciudad la vivencia de construir un lugar, destruirlo y volverlo a construir.

Esta forma de diseñar y producir objetos de juego con la que ahora estamos construyendo Juguetoría me permitió unos años investigar el juego, los objetos que lo median y los espacios que se construyen para o desde el juego.

Era un juego basado en tres piezas de construcción capaz de construir a escala niño diferentes espacios basados en la geometría regular, pero en el mismo proyecto las piezas tomaron sus propias derivas y han construido otras cosas… las piezas se han ido a otros proyectos, hasta que esos proyectos ya tenían su propia identidad y no quedaba ya ninguna de las piezas por ahí.

Este juego de construcción ha construido y deconstruido lugares propios y compartidos de juego. En ocasiones lugares permanentes, en otras recurrentes y en muchas otras ocasiones puntuales.

Es el proyecto en el que que aprendí, a construir lugares antes que a pedir permiso. Porque dejar la cabaña construida en un rincón de Medialab es lo que empezó a traer público familiar sin ninguna convocatoria oficial…

Aprendí de aquel proyecto que una vez que las cosas suceden de forma espontánea puede observarse y comunicarse su relevancia y hacerse un hueco en lugares como este.

Aprendo cada día que cuando me retiro a tiempo las piezas pertenecen a quien construye con ellas y que lo que sucede, supera infinito las expectativas puestas sobre el juego… y así tendrían que ser el resto de proyectos.

Lo que he aprendido con el tiempo también, es a jugar yo misma con ellas y a crear a partir de él otros espacios, otros proyectos, otras formas de colaborar… para después de todo… retirarme a tiempo y dejar jugar.

LA MALETA PARA DESPERTAR LA MEMORIA

Hace tiempo, que empiezo todas mis charlas diciendo que todas las historias bonitas empiezan en una cabaña, pero urge dejar de romantizar los principios y empezar contar los procesos.Porque quizá todas las historias bonitas empiezan en una cabaña, pero también es verdad que casi todas las historias acaban en una maleta y si podemos quedarnos algo del viaje, después de muchas renuncias, quizá lo más importante sea elegir, escribir y enviar una postal. Aquel rincón para jugar cerró, y no volvió a ser permanente nunca más… nos creímos mientras existía, que si habíamos conseguido apropiarnos de un rincón de un centro cultural podíamos salir a la calle con un carro lleno de piezas y apropiarnos de la ciudad. No lo conseguimos, de hecho cada vez estamos más lejos… pero el recuerdo de cuando lo intentamos pensando en el “podría ser” es el que ha ido constuyendo los proyectos que vimos al principio… y esto se logró porque antes de irnos, hicimos la maleta, dejamos fuera lo que no cabía e hicimos que entrara lo que podría tener recorrido propio en otro lugar.